¿Quién contrata un seguro de salud en España?
El seguro de salud privado continúa consolidándose como una solución para millones de personas en España, tanto a nivel individual como familiar.
Con más de 12 millones de asegurados, no ha dejado de crecer, en buena parte por la necesidad de acceder a una atención médica más ágil y eficiente.
Pero, ¿qué grupos de población son los que más contratan este producto asegurador? Según Aegon son los siguientes:
Jóvenes profesionales: eficiencia, autonomía y digitalización
En primer lugar, se encuentra el perfil de los jóvenes profesionales, generalmente personas de entre 25 y 35 años, residentes en grandes núcleos urbanos como Madrid, Barcelona o Valencia.
Se trata de individuos con estudios superiores, ingresos medios o elevados y una intensa actividad laboral, lo que hace que valoren especialmente la inmediatez en la atención sanitaria.
Para este grupo, la elección de un seguro no se basa exclusivamente en el coste, aunque sí existe cierta sensibilidad al precio.
La decisión se inclina hacia pólizas que incluyan una red extensa de especialistas, consultas médicas online y libertad para elegir tanto al profesional como al centro de atención.
Suelen informarse comparando opciones a través de plataformas digitales, redes sociales o a través de recomendaciones directas de su entorno cercano.
Además, la tecnología juega un papel fundamental en sus decisiones. Prefieren seguros que les permitan autogestionar citas, autorizaciones o reembolsos sin necesidad de intermediarios.
El acceso a una aplicación móvil que centralice todos los trámites y facilite la consulta de su historial clínico es un factor decisivo en la contratación.
Por su estilo de vida y nivel de movilidad, también valoran la cobertura médica internacional en caso de urgencias durante viajes.
La posibilidad de personalizar la póliza, ya sea con copago, sin él o con acceso a centros especializados, refuerza su fidelidad hacia la aseguradora.
Familias jóvenes: seguridad para todos los miembros
En segundo lugar, encontramos a las familias jóvenes, generalmente parejas de entre 35 y 45 años con uno o dos hijos.
La paternidad cambia las prioridades, y muchas familias dan el paso de contratar un seguro de salud cuando empiezan las visitas al pediatra o surgen situaciones imprevistas.
Este perfil busca garantías completas para todos los miembros del hogar, con especial atención a la cobertura pediátrica, las revisiones periódicas y los servicios de urgencia.
Además, aprecian la posibilidad de gestionar todas las pólizas familiares desde una misma plataforma, facilitando los trámites administrativos del día a día.
Otro aspecto clave es la flexibilidad en la contratación. Valoran la posibilidad de fraccionar pagos, aplicar descuentos por número de asegurados o incluir servicios adicionales como el cuidado dental o la fisioterapia.
Esta personalización de la oferta es muy bien recibida por las familias, que desean tener el control total sobre su póliza.
Asegurados mayores: tranquilidad, continuidad y atención personalizada
Por último, el perfil del asegurado senior, con edades comprendidas entre los 55 y 60 años, se caracteriza por la búsqueda de estabilidad y confianza en la atención médica.
Ya jubilados o próximos a estarlo, cuentan con ingresos estables, habitualmente procedentes de una pensión, y otorgan gran valor a la cercanía en el trato y a la claridad en las condiciones del contrato.
Este colectivo presta especial atención a las coberturas relacionadas con enfermedades crónicas, hospitalizaciones, asistencia domiciliaria y servicios de rehabilitación.
Además, muestran una fuerte preferencia por la continuidad médica, es decir, ser atendidos por los mismos profesionales en centros ya conocidos.
Aunque las opciones digitales están disponibles, muchos prefieren la contratación presencial y el asesoramiento personalizado por parte de corredores de seguros.
Para ellos, contar con alguien que les explique de forma clara cómo funciona la póliza y cómo hacer uso de los servicios contratados es esencial.
Finalmente, también buscan pólizas estables en el tiempo, con primas asequibles que no se vean modificadas bruscamente y que permitan el pago mensual o fraccionado.