Las ventajas del seguro de salud en caso de ataque cardiaco
Mucha atención al último estudio que se ha publicado en la Canadian Medical Association Journal y que ha sido recogido por la agencia de noticias Europa Press.
Según este estudio las personas que han sufrido un infarto, un paro cardiaco o bien un accidente cerebrovascular tienen ingresos económicos más bajos que la media de la población.
En las siguientes líneas vamos a explicarte con detalle esta afirmación y cómo se ha realizado este estudio.
Este informe se ha dado cuenta que tres años después de que una persona sufra uno de estos ataques sus posibilidades de trabajar se reducen considerablemente y al mismo tiempo se reducen sus ingresos económicos. Así se lo ha explicado a Europa Press Allan Garlan, profesor de Medicina y Ciencias de la Salud Comunitaria de la Universidad de Manitoba.
Debido a esa disminución de ingresos no está de más contratar un seguro médico completo que haga frente a todos los gastos que conllevan estos episodios relacionados con el corazón y el cerebro.
Actualmente existen una gran cantidad de productos en el mundo del seguro que se pueden ajustar a las necesidades de cada individuo.
Una buena solución para saber cuál es el más adecuado es acudir a los distintos comparadores de seguros de salud. En Preciaco también te podemos ayudar en todo lo relacionado con los seguros de salud. No dudes a ponerte en contacto con nosotros.
El porcentaje de las pérdidas económicas
Analizado un amplio grupo de personas que sufrieron estos problema de salud los investigadores se dieron cuenta que las pérdidas oscilaban entre el 10 y el 30 por ciento en el caso de que ya no pudiesen trabajar.
Pero en el supuesto que continuaran realizando su actividad profesional habitual al tercer año de sufrir el ataque los ingresos también se reducirán entre un 5 y un 20 por ciento.
Cabe recordar que las enfermedades relacionadas con el corazón y con el cerebro es una de las causas de fallecimiento más común en todo el mundo. Las personas que los sufren son hospitalizadas durante largos periodos en algunas ocasiones. Pero los ataques también pueden conllevar una discapacidad y, por ende, la pérdida de ingresos.
El treinta por ciento de los ataques al corazón, el 25 por ciento de los accidentes cerebrovasculares y el 40 por ciento de los paros cardíacos tienen como víctimas a personas que se encuentran en edad laboral, es decir, menores de 65 años.
De ahí también la importancia de contratar un seguro de vida sobre todo si la persona que ha sufrido estos episodios es el primer sustento económico de la familia. El seguro de vida ofrece mucha tranquilidad y permite en la mayoría de las ocasiones seguir teniendo el mismo nivel de vida que antes del episodio.
Efectos en el mercado laboral
Estos porcentajes también tienen su efecto en el mercado laboral. Las personas que han sufrido estos ataques tienen menos posibilidades de volver a ser empleadas. También es cierto que son personas que se encuentran entre los 40 y los 61 años de edad, lo que hace que los empresarios se lo piensen dos veces antes de darles un nuevo empleo.
Por tanto, los ataques al corazón y al cerebro tienen grandes repercusiones no san solo en el evidente deterioro de salud del paciente, sino también en su aspecto laboral y productivo y en el bienestar de sus familias. Se ha comprobado en este estudio que las personas que lo han sufrido tienen una menor productividad y, a la larga, también se resiente el conjunto de la economía de una determinada zona geográfica.
El objetivo último de este trabajo canadiense es concienciar al conjunto de la sociedad de la necesidad de implantar leyes que ayuden a las personas que han sufrido estos ataques a volver al mundo laboral. El trabajo está relacionado en nuestra sociedad con el bienestar y su pérdida puede acarrear graves consecuencias, no tan sólo económicas y de productividad sino también en el plano emocional. Algunas personas que han abandonado el mundo laboral antes de hora o que se han jubilado han sufrido depresión y otros trastornos psicológicos.
En definitiva. El estudio demuestra que los ataques al corazón y al cerebro reducen los ingresos de las familias y que la sociedad ha de procurar que los que los han sufrido no se queden sin empleo.
¿Qué te ha parecido este estudio canadiense? ¿Te ha resultado interesante? Si es así, no dudes en compartirlo