La importancia de realizar una limpieza dental profesional periódicamente
¿Por qué es importante que un profesional de la medicina te realice una revisión dental de manea periódica? ¿Qué enfermedades puedes evitar? Te lo vamos a contar en las siguientes líneas
Aunque cepillarse los dientes después de cada comida es un hábito indispensable, por sí solo no basta.
Para asegurar una salud bucodental completa, es imprescindible complementar la rutina diaria con limpiezas dentales profesionales realizadas de forma periódica.
Este procedimiento, llevado a cabo por un odontólogo o higienista, permite eliminar de manera eficaz la acumulación de placa bacteriana, el sarro y las manchas superficiales que el cepillado cotidiano no consigue erradicar, especialmente en zonas de difícil acceso.
¿En qué consiste una limpieza dental profesional?
Durante la sesión de limpieza, el profesional emplea herramientas específicas como dispositivos de ultrasonido, los cuales permiten desprender el sarro de forma segura sin dañar el esmalte.
Tras esta fase, se realiza un pulido dental con pastas especiales que suavizan la superficie de los dientes, reduciendo las posibilidades de que las bacterias se adhieran nuevamente.
En algunos casos, se puede aplicar un chorro de bicarbonato a presión para eliminar manchas superficiales causadas por el café, el tabaco o ciertos alimentos.
Por último, es común la aplicación de flúor tópico, un tratamiento que fortalece el esmalte dental y actúa como barrera frente a la aparición de caries.
Es importante que tengas en cuenta que este procedimiento no debe confundirse con un blanqueamiento dental. La limpieza profesional no altera el tono natural de los dientes, sino que se enfoca en mantener la boca libre de agentes patógenos y mejorar la salud de encías y tejidos, según Asisa
Ventajas de realizar una limpieza dental regularmente
Más allá de la mejora estética, someterte a una limpieza bucal profesional ofrece múltiples beneficios para tu salud general y bucodental. Entre los más relevantes destacan:
Eliminación del sarro y reducción del riesgo de caries: el sarro es una placa bacteriana endurecida que se adhiere a la superficie de los dientes. Si no se elimina adecuadamente, puede provocar la aparición de caries y la inflamación de las encías.
Prevención de enfermedades periodontales: patologías como la gingivitis y la periodontitis están relacionadas con la acumulación de placa bacteriana bajo la línea de las encías. Estas enfermedades afectan a millones de personas y, si no se tratan, pueden ocasionar la pérdida de piezas dentales. Las limpiezas periódicas son claves para mantener las encías sanas y evitar su progresión.
Detección temprana de anomalías bucales: acudir al dentista para una limpieza también permite una revisión completa de la cavidad oral. Esto facilita la identificación precoz de caries, infecciones, lesiones o cualquier alteración que pueda requerir atención inmediata, evitando complicaciones mayores en el futuro.
Ahorro en tratamientos odontológicos: una boca sana implica menos visitas de urgencia al dentista y menos necesidad de procedimientos complejos o costosos. Prevenir siempre será más económico que curar, tanto en términos de salud como de inversión económica.
¿Cada cuánto tiempo es recomendable hacerse una limpieza dental?
La frecuencia ideal para someterte a una limpieza dental puede variar según tu estado de salud oral, tus hábitos y tus antecedentes médicos. No obstante, la mayoría de los profesionales recomiendan realizarla cada seis meses como norma general.
Si presentas condiciones específicas como enfermedad periodontal, diabetes o llevas ortodoncia, es probable que el odontólogo te sugiera aumentar la frecuencia de las limpiezas, incluso cada tres o cuatro meses.
El seguimiento personalizado por parte de tu dentista es esencial para establecer la pauta adecuada en tu caso particular.