¿Puede mi seguro de salud echarme de la póliza o subirme la cuota?

Una de las cuestiones que más se plantea a la hora de tener un seguro de salud privado es si la compañía con la que esté me va a subir mucho la cuota de un año o a otro o incluso si me puede echar de la compañía.

La respuesta es muy compleja ya que hay muchas compañías aseguradoras diferentes y cada una tiene su propia política de contratación, renovación y cancelación de pólizas.

Partiendo de la base de que cuando se contrata una póliza de salud la compañía no tiene obligación de hacerse cargo de las dolencias o patologías que tenga o haya tenido el asegurado anteriores a la contratación, una de las razones por las que la aseguradora nos puede echar de un seguro de salud es precisamente por ocultar información relevante sobre nuestro estado de salud en el momento de la contratación y que una vez contratada la póliza el asegurado quiera utilizar los servicios del seguro para tratarse algo pendiente o preexistente no informado en la contratación, en estos casos como la compañía tiene acceso a nuestros informes médicos, la aseguradora está en su derecho de rescindir el contrato por dolo en cualquier momento de la anualidad del seguro.

Otra de las razones por las que las compañías nos pueden echar del seguro médico es porque nuestro nivel de siniestralidad de la póliza sea muy elevado y la compañía no quiera seguir haciéndose cargo de la póliza del asegurado ya que supone un coste excesivo que la compañía no quiere asumir, esto aunque parezca sorprendente puede ocurrirnos en la gran mayoría de compañías independientemente de la antigüedad que tengamos con esa aseguradora, aunque también hay que comentar que no es lo habitual y que además hay compañías vitalicias, que se comprometen a no echarnos nunca de la póliza por este motivo (aunque si nos pueden seguir echando por no haber declarado una patología en la contratación).

Lo que sí es habitual que nos pueda ocurrir, si hemos tenido un año de seguro con una utilización de los servicios muy elevada, es que al año siguiente nos aumenten considerablemente la cuota del seguro, siempre previo aviso al asegurado mediante escrito con mínimo dos meses de antelación a la finalización de la anualidad del contrato . Por suerte hay compañías que éstas subidas las tienen limitadas a un tanto por ciento máximo anual, por lo tanto no habrá tanta sorpresa de un año a otro.

Hay que tener en cuenta también que las pólizas de salud, por norma general, aumentan cuando vamos cumpliendo años, puesto que se considera que con mayor edad, mayor riesgo, y aunque no siempre sea así, estadísticamente es lo más habitual.

Se recomienda por ello, a la hora de buscar un médico informarse de todas estas cuestiones para evitar complicaciones futuras y declarar todo lo referente a nuestro estado de salud, que hayamos tenido anterior a la contratación o tengamos en la actualidad.